Nombre del capitulo: El amor de las bestias.
Palabras (total): 4.324
Hojas: 4
N° de escena a presentar: Segunda escena.
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Vistazo del capitulo:
Llevaba
un paraguas negro y dos mochilas en un
hombro, a pesar de ello su aspecto
pequeño y empapado le recordó a Lucius porque su temperatura peligró en plena
clase, llovía a cantaros allá afuera.
Remus
lo miró con una expresión enfadada, su ceño fruncido era cubierto por el
flequillo húmedo.
—Dejaste
esto en clases—le reprochó, el chico
diminuto estampó la mochila más ligera contra su pecho. Lucius la miró sin
reconocerla hasta que la abrió, era suya—No puedo hacer esto a menudo, así que
por favor. Ten más cuidado con tus cosas.
Y a
pesar de todo lo enojado que Remus lucía, no pareció para él un inconveniente
caminar tanto desde el instituto hasta su apartamento con una llovizna tan
fuerte como aquella. Aunque después de todo, cosas como esas las hacía a
diario, recordarle las tareas, prestar parte de su almuerzo o caminar media
ciudad bajo una lluvia intensa solo para devolver una mochila que podría haber
devuelto al día siguiente.
Y
por aquel trato, Remus sólo exigía una sola cosa. Que obedeciera una pequeña orden al día, esa
era la única regla que propuso el día en que le ofreció que fuera su
entretención. ¿Cómo alguien podría conformarse con algo tan insignificante?
Incluso
Lucius sabía que él no era la mejor compañía, odiaba a los hombres, no eran
como las chicas, finas y dulces. Eso era
añadido al hecho de que no podía mantener ni una conversación decente con el
chico, pero Remus era persistente y nunca pareció herido por sus desaires, no le pareció inconveniente ayudarlo a menudo
o darle un empujón, a pesar de que estaba al tanto que Lucius tenía una de las
mejores calificaciones en años anteriores.
A Lucius le parecía gracioso el porqué Remus
aún no sabía la causa por la cual repitió el año escolar. No era por él trabajo, Lucius podía
sobrellevar los estudios y el trabajo, pero mantenerse lejos de casa era mucho
más importante.
—¿Y
bien?—Remus musitó, aún lucia enfadado.
—Bien…
— Lucius enarco una de esas perfiladas cejas rubias, su largo cabello caía desordenado sobre su cara. Remus imitó él gesto con un sonrojo en la cara
¿Acaso la lluvia estaba tan fuerte como para enfermarlo enseguida?
—¿No
me invitaras a pasar? Estoy empapado— gruñó el chico. Un leve pensamiento pasó
por la cabeza de Lucius, tan intenso como fugaz, los labios de Remus se veían
apetitosos sonrosados por la lluvia y el rubor de sus mejillas.
Lucius
espanto ese pensamiento de su cabeza enseguida, Remus era un chico, todavía
peor, un mono.
Se
apartó de la puerta para dejarlo pasar con un largo suspiro resignado y tomar
su paraguas. Remus caminó confiado hasta la mitad de recibidor, paró justo
antes del pasillo, pareció vacilar.
—E-Es
la primera vez que vengo aquí—tartamudeó, sin sonar convincente— Necesito una
toalla y saber dónde está el baño.
Lucius
no lo podía ver, entretenido en escurrir bien el paraguas, pero de espaldas a
él las orejas ruborizadas delataban el sonrojo avergonzado de Remus.
—El
baño esta en el pasillo a la derecha, hay toallas limpias allí—Señaló, su
curiosa mirada siguió al chico de cabello empapado hasta perderse en el
pasillo. Vaya que era raro.
Remus
tardo un poco más de cinco minutos en el baño,
apareció en la sala con el cabello cobrizo esponjoso pero seco y solo
una mancha de humedad en su uniforme. Parecía tranquilo mientras tatareaba una
canción y evitaba la mesilla con la que las usuales visitas se tropezaban la
primera vez.
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Nota:
Admito que ahora veo a My favorite Animal como un capricho de niña y si tuviera que volver a un inicio ya no lo publicaría. Pero se esta volviendo un fanfic muy a fin a mí, en especial porque es de mi Fandom y manga favoritos mezclados. Ademas, adoro el Lucius/Remus. <3
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