Amo a Remus porque lo siento una persona sensible. Pensé que todo este tema de la transformación tenia que ser, no se, magica. Pero creo que me las apañe para poder hacerlo bien, es algo complicado el describir que es lo que veía cuando me imaginaba esto, pero igual, creo que quedo medianamente decente.
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Fragmento del capitulo:
Fue
algo casi instantáneo, una sensación que hizo cosquillas en su piel y le hizo
sentir, de alguna manera, libre. Cuando la capa cayó, un pelaje negro arrastro
la piel blanca y cuatro patas peludas se hundieron en la nieve, un lobo un
tanto más pequeño que Remus se sacudió el estupor, pelaje negro azabache
reluciente y esponjoso que apuntaba a
todas partes, cuando abrió los ojos un verde esmeralda brillo a la luz de la
luna, el hocico delgado y pequeño, patas delgadas y largo pelaje que adornaba
de una manera encantadora a la cría de hombre lobo, mas grande que un lobo común pero lo suficientemente pequeño.
Harry soltó un quejido que sonó asombrado en su hocico, era extraño mantenerse en cuatro patas. Miro hacia donde se suponía estaba Remus, un lobo le devolvió la mirada amarillenta, tenía un hocico fino y un porte casi altivo, hermoso y con orgullo reflejado en el porte, con el pelaje largo color cobre reluciendo contra la luna llena a sus espaldas.
Enseguida la mirada inquieta del lobo más pequeño busco a su amigo, un gruñido
le hizo voltear de manera brusca, Draco estaba arrodillado en la nieve con
cabello intentando aparecer bajo sus poros, estaba encorvado y los dientes
levemente afilados chirriando adoloridos, la capa estaba colgando de su hombro,
con los ojos fuertemente cerrados y un gruñido desmesurando su garganta. Estaba
peleando. El lobo negro jadeo casi adolorido, bajo su altura doblando las
patas, se acerco con sigilo y las largas orejas caídas. Draco abrió los ojos
furiosamente amarillos, el dolor se reflejaba en ellos, el lobo gimió y apoyo
su hocico en la mejilla del chico, una lengua raspo por su barbilla “Por favor,
Draco” El muchacho jadeo, a
regañadientes se relajo y en solo un segundo el lobo negro sintió un pelaje suave contra el suyo, recargando su cabeza en la
suya.
El lobo cobrizo aúllo
cuando el gran lobo blanco, incluso más grande que él, respiro en las orejas
caídas de Harry. Era elegante e imponente, ojos de color plateado y orejas
erguidas y orgullosas, de patas delgadas pero fuertes, su cola afelpada color
blanco se arrastro por la nieve y rodeo al lobo negro, casi cubriéndola con
ella.
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