Nombre del capitulo: Dalle radici
Palabras(Hasta ahora): 3395
Hojas (hasta ahora): 8
N° de escena (a presentar): Tercera escena
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Vistazo del capitulo:
—Se ve preocupado, querido
niño—menciono el anciano, sus sabios ojos puestos en el niño tumbado en la
camilla, estaba envuelto en frazadas con un hechizo contra infecciones puesta
sobre su herida.
Harry elevo el rostro hacia él al
mismo tiempo que Draco dirigía su mirada a Harry.
—No se porque—susurro el
niño-que-vivio—Pero siento como si no pudiera alejarme de él—una de sus manos
apretó la del pequeño. Draco asintió mudamente, el sentía lo mismo, como si ese
bebé fuera algo importante, algo que proteger.
Dumbledore no pudo contestar
porque las puertas se abrieron al segundo siguiente, Remus Lupin entraba
apresurado, seguido de Poppy y un enigmático Severus Snape que no reparo en las
personas a su alrededor cuando se asentó en un rincón apartado y oscuro de la
enfermería. Más que en cualquier momento Harry lo vio como un murciélago
gigante.
—Al fin llegaron… —estuvo a punto
de gruñir Draco, pero antes de que pudiera reincorporarse propiamente se quedo
helado en su sitio, Harry también lo hizo. Ambos jóvenes miraron extrañados a
los dos profesores, el olor insistente de sexo y sudor llegando a sus fosas
nasales.
—¿Que?—gruño Snape enarcando una
ceja desde la lejanía de su rincón oscuro. Harry se mordió el labio intentando no reír “Si
claro, algo temporal” se permitió
burlase en su mente.
—Ustedes… —intento Draco,
apuntando con un dedo acusador. El chico estaba más que todo curioso.
—No es tiempo para
eso—interrumpió Remus, sus mejillas parecían a punto de estallar en otro
sonrojo avergonzado cuando paso al lado de Draco y fue directo hacia el bebé en
la camilla, el licántropo hizo una mueca y comprobó la temperatura, aun estaba
algo tibio pero tenía una temperatura aceptable—¿Como lo encontraron?—pregunto
hacia Harry, su rostro estaba ya serio, casi profesional. Harry tomo una gran
bocanada de aire antes de hablar.
—Estaba aun transformado cuando
lo encontramos, parecía muy asustado.
—Se derrumbo al instante—añadió
Draco.
—Ya veo—murmuro Lupin, el miro
con sobrecogimiento al pequeño, volteo hacia la enfermera—Poppy querida, trae
una poción “limpia-heridas” me temo que su herida no se curara en días.
—¿Por qué?, es un lobo, su herida
debería curarse sola, a menos que sea la que le transformo—una vos intrigada
pregunto, Harry levanto su rostro hacia Draco, el había estado muy curioso
sobre el hecho del que el niño no curaba a pesar de ser un lobo.
Remus sonrió.
—Es solo un cachorro, las heridas
tardan en cicatrizar si la madre no está cerca—dijo con una mueca, empezó a
examinar, revisando si había otras heridas poco visible, era la única además de
los rasguños en la cara.
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Nota:
Espero les guste, quise añadir algún niño en la historia, este sera mi cachorro. Muy importante para la trama. *bostezo* tengo tanto sueño...
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