Cuarto capítulo de C'est la vie
Si debiera decidir cual capítulo es el que se lleva el título de meloso del año seria este, aunque como la mayoría fue entretenido escribirlo estaba pensado para ser el penúltimo capítulo. Por ello era un poco más dramático, tener los capítulos ya escritos es un completo alivio, saber que no tengo que escribir algo apresurado y sin mucho éxito de que sea revisado a tiempo no es cómodo.
Como saben empecé la Universidad ( una de ellas) y sera todo más difícil para mis fics y entretenciones, así que les pido con todo el cariño que me apoyen y puedan ser los más pacientes.
—¿De verdad desayunas todos los días allí? ¿En ese pequeño lugar modesto?—mientras sin percatarse caminaba jugueteando con la cintura del traje de Draco, Harry bromeaba— Te imagine comiendo en un lugar suntuoso para tu clase, un restaurante cinco estrellas que te recordara todos los días que debes presumir tu escudo familiar.
—Lo dice ese pequeño hombre al que le han pedido autógrafos unas cinco veces durante esta semana—Draco contraataco con una risa atorada en su garganta.
—Ha sido sólo coincidencia—el comentario tuvo el efecto deseado, Harry volvía a arrebolarse como una cereza y su pequeña maña de golpearle el hombro cuando estaba avergonzado hizo acto de aparición para darle una fuerte palmada.
—Entiendo, cambiemos de tema— Draco alzó los brazos en son de paz, si era sincero consigo mismo odiaba cuando Harry lo apartaba de esa forma, pero no podía siquiera decírselo porque sabía que era un gesto de confianza— No hemos hablado de Hogwarts—tanteó terreno— ¿Qué te parece?
La nariz de Harry hizo ese gesto particular que evidenciaba su duda, el chico moreno apretó sus labios y miró hacia adelante en la calle, después de unos segundos asintió.
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