miércoles, 5 de agosto de 2015

Tercer capítulo de My favorite animal

Encontraran que he hecho un cambio si ven el fragmento que deje hace meses y la actualización. Pero solo era un fragmento tentativo que estaba suelto, algo como un prospecto a lo que en verdad iba a ser el capitulo real. Se que me he tardad mucho, pero mi vida se volvió un caos este año y me deje arrastrar por él.  No prometo que no vuelva a pasar, ya que en meses entro a la universidad.

Me encanta reinventar la relacion que tiene Hermione, Ron y Harry. Pienso que en un mundo sin guerra, casas y todas esas presiones serian un grupo de adolescentes muy divertido.
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Fragmento:

Harry estaba cansado, entró a la clase de biología de mal humor y  demasiado tarde, la profesora de expresión osca y mal carácter que resaltaba su forma despectiva de hablar, tuvo las suficientes escusas para sermonearlo. Mientras la clase entera observaba como Harry soportaba  la pataleta parlanchina, Hermione le hacía muecas agitadas  muy parecidas a las que hacia la profesora desde su mesón de trabajo, justo al final del salón de clase.
—¿Qué está esperando?—la mujer arrugo su nariz amplia con desagrado, la cara arrugada a centímetros de la de la Harry. Él parpadeo y dejo de mirar a Hermione (que agitaba las manos y apuntaba en su dirección con fuerza) para voltear aun confundido hacia la profesora—¡Vaya y siéntese en su mesa, Potter!
—Sí, profesora— Harry respingó la nariz y saltó en donde estaba para alejarse unos centímetros del rostro de la  bruja malvada, o espera,  era la profesora.
—Y no vuelva a llegar tarde a mi clase.
—Sí, Profesora—La orejas le pitaban, recordándole que el sermón no había sido en voz baja.
Su mesa estaba en la última fila del laboratorio, junto a Hermione y Ron.  Ambos lo esperaban ansiosos, Hermione para sermonearlo y Ron para saber que había ocurrido con Malfoy. Ninguno de los dos parecía feliz.
Ron en realidad estaba en su año a pesar de ser un año mayor, todo radicaba que en que era  mayor solo por un par de meses, y su  fecha de cumpleaños estaba tan mal ubicado que era demasiado joven para empezar el curso un año antes pero ya a mitad de año era el más viejo de todo su curso. Harry pensó en ello como un desafortunado destino, aunque caminar hacia Hermione a pesar de que ella era como un lobo enfurecido en ese momento tampoco era un destino muy pintoresco.
—¿Por qué llegas tarde?—el susurro de Hemione se apuró por su garganta a penas se sentó en el mesón, aun parecía agitada. Mientras la profesora daba las instrucciones de la práctica de aquella semana, Hermione le reñía en voz baja.
—Tenía algo que hacer.
—¿Algo como qué? Has  visto la mirada de la profesora Minkus. Estuvo a punto de darte un castigo.
—No ha sido para tanto, solo llegue tres minutos tarde—Harry arrugó la boca en un gesto casi afligido mientras recordaba ese “Algo”, los labios de Draco sobre los suyos y sus manos cálidas  sosteniéndole.

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